Existen muchos motivos que llevan a que los estudiantes abandonen por completo sus estudios de educación superior, siendo los más comunes factores institucionales, académicos, socioeconómicos, o personales. En este artículo queremos compartir dos estrategias que forman parte de los factores institucionales que ayudan a evitar la deserción universitaria en los jóvenes, la primera se trata del apoyo psicológico y la segunda se enfoca en el apoyo académico.
En cuanto al apoyo psicológico, este se basa en brindar asesorías, consejerías y orientaciones a los estudiantes en temas como toma de decisiones, autocuidado, manejo de emociones y adaptación social. Lo ideal es que este acompañamiento sea voluntario por parte del estudiante y que pueda tener acceso desde el primer semestre hasta que culmine su carrera. De acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Educación en Colombia, la tasa de deserción universitaria es del 52% en el caso de estudiantes de décimo semestre que nunca recibieron apoyo psicosocial y esta se reduce hasta el 20% cuando los universitarios reciben apoyo psicológico durante cuatro semestres o más durante toda su carrera, lo que evidencia la importancia de esta ayuda para la retención de los jóvenes universitarios.
Por otra parte, se encuentra el apoyo académico que se enfoca en ofrecer tutorías, monitorias y cursos de refuerzo, para que los estudiantes puedan resolver dudas, afianzar conocimientos y potencializar competencias. Es recomendable que estos espacios sean voluntarios y que estén dirigidos por profesores asistentes o monitores. Además, esta estrategia es crucial en la retención de los estudiantes, ya que según el Ministerio de Educación en Colombia hay una tasa de deserción del 52% de los estudiantes de décimo semestre que nunca recibieron ayuda académica, mientras que esta tasa es del 22% para estudiantes de décimo semestre que recibieron apoyo académico en cuatro semestres o más.
En conclusión, es fundamental que las universidades implementen estrategias de retención universitaria, como apoyo psicológico para asistir a los estudiantes en temas de salud mental y manejo de las emociones, y apoyo académico para que los universitarios puedan comprender los temas con mayor profundidad y mejorar su desempeño. Estas estrategias son muy útiles, ya que reducen notablemente la tasa de deserción de los estudiantes universitarios, lo que significa contar con alumnos que se encuentran satisfechos en la institución.